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Todo lo que siempre has querido está al otro lado del miedo.
George Addair
No importa qué tan lento vayas, siempre y cuando no te detengas.
Confucio
Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron.
Michel de Montaigne

El volcán es una estructura geológica por la que emerge magma en forma de lava, ceniza volcánica y gases provenientes del interior de la Tierra. El ascenso de magma ocurre en episodios de actividad violenta denominados erupciones, que pueden variar en intensidad, duración y frecuencia, desde suaves corrientes de lava hasta explosiones extremadamente destructivas. En esta expedición se filmó el interior del volcán en plena actividad.

Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana.
Walt Disney
Muchas veces permitimos entrar en nuestro círculo más íntimo a los chismosos, a los envidiosos, a gente autoritaria, a los psicópatas, a los orgullosos, a los mediocres, en fin, a gente tóxica, a personas equivocadas que permanentemente evalúan lo que decimos y lo que hacemos, o lo que no decimos y no hacemos.
Bernardo Stamateas
Quien nunca ha cometido un error, nunca ha intentado nada nuevo.
Albert Einstein
Cada día que no sonríes es un día perdido.
Charles Chaplin
No te detengas en el pasado, no sueñes con el futuro, concentra la mente en el presente.
Buda Gautama
Un hombre feliz está demasiado satisfecho con el presente como para obsesionarse demasiado con el futuro.
Albert Einstein

Un hombre llega borracho y de madrugada a su casa. Como no traía las llaves consigo, se dirige al patio de su casa para entrar por la ventana y ve que su perro lleva un pájaro muerto en el hocico.

¡Diablos! ¡¿Qué has hecho, Bobby?! Pero, ¡si es el loro de la vecina!

El hombre se inquieta y, apenado por la pérdida de la señora mayor, pone al ave en la jaula de la vecina, para que parezca que ha muerto de causas naturales, y se va a dormir.

Al día siguiente, cuando se despierta, ve que su esposa está llorando y le pregunta:

¿Qué ocurre cariño?

Se ha muerto la vecina.

¡¿Qué?! Pero, ¿cómo es posible? Si, aunque era un poco mayor, ayer la vi en perfectas condiciones.

Es que le dio un infarto, porque ayer enterró en el patio a su loro que se le murió y ¡éste apareció en su jaula esta mañana!

Un hombre, sin fuerzas, viene arrastrándose por el desierto y gritando:

¡Agua! ¡Agua! ¡Agua!

De pronto ve una tienda en medio del desierto. Se arrastra como puede y le dice al vendedor:

¡Agua! ¡Deme agua! ¡Me muero! ¡Por favor!

El vendedor le responde:

Amigo, no tengo agua, pero vendo corbatas. Mire, tengo de varios colores, diseños y dibujos.

El hombre le dice:

¡Diablos! ¡Yo necesito agua!

El vendedor le insiste:

Ya le dije que no tengo agua. Mire las corbatas, muy baratas. Acepto tarjetas y cheques.

El hombre, casi muerto, le repite:

¡Aguaaaa!

El vendedor le dice:

Como a 8 kilómetros hay un restaurante. Ahí le pueden dar agua. Pero, cómpreme una corbata, por favor.

El hombre no quiso escucharlo más y se arrastró durante todo un día hasta llegar al restaurante. Con sus últimas fuerzas le dice al portero:

¡Agua! ¡Me muero! ¡Aguaaa!

Y el portero le dice:

Amigo, le daría el agua, pero es que no puede entrar sin corbata.

Un matrimonio fue invitado a una fiesta de máscaras y disfraces. Como a ella le dolía mucho la cabeza le pidió al marido que vaya solo. Él protestó, pero ella le dijo que se iba a tomar una aspirina e irse a la cama, por lo que no había necesidad de que él se quedara en la casa. Así que el marido se puso el disfraz y se fue. La mujer, después de dormir una hora, se despertó bien, sin dolor. Como era temprano decidió ir a la fiesta. Y como el marido no sabía cuál era su disfraz, ella pensó que sería divertido observar cómo actuaba él cuando estaba solo. Ella llegó a la fiesta y enseguida vio al marido bailando en la pista con cada chica con la que se cruzaba, tocando un poco por acá y tirando besos por allá. La esposa se le acercó y empezó a seducirlo. Él dejó a la mujer con la que estaba y se dedicó a la recién llegada. Ella lo dejó avanzar todo lo que él quisiera: finalmente era su marido. En un momento, él le susurró una proposición en el oído y ella aceptó. Salieron de la fiesta y en uno de los autos tuvieron sexo. A medianoche, antes de desenmascararse, la señora se escabulló, fue a su casa, se quitó el disfraz y se metió en la cama, preguntándose qué clase de explicación le iba a dar el marido. Cuando él entró, ella estaba sentada en la cama, leyendo.

¿Cómo te fue?

Bueno, lo de siempre. Ya sabes que no la paso bien cuando no estoy contigo.

¿Bailaste mucho?

Ni una sola pieza. Cuando llegué, me encontré con Pedro, Guillermo y otros muchachos, así que nos fuimos a la planta alta y jugamos póker toda la noche. ¡Lo que no me vas a poder creer es lo que le pasó al tipo al que le presté mi disfraz!"

Yo era tan feo que, cuando nací, el médico preguntó dónde estaba la cámara oculta.

Era tan feo que, cuando nací, el doctor me tiró al aire y dijo:

Si vuela es murciélago.

Y luego me tiró en el agua y dijo:

Si nada, es cocodrilo.

Era tan feo que, cuando nací, el doctor me dio la cachetada en la cara. Luego fue a la sala de espera y le dijo a mi padre:

Hicimos lo que pudimos... pero nació vivo.

Y en lugar de felicitar a mi papá, lo golpeó.

Era tan feo, que mi madre, cuando nací, no sabía si había sido un mal parto o una broma de mal gusto. Incluso, mi mamá no sabía si quedarse conmigo o con la placenta.

Como era prematuro, me metieron en una incubadora, con vidrios polarizados.

Era tan feo, que cuando nací no lloré yo, ¡lloraron el doctor, mi papá y mi mamá!

Mi madre nunca me dio el pecho porque decía que sólo me quería como amigo, así que en vez de darme el pecho, me daba la espalda.

Era tan feo que a los tres meses aprendí a caminar, porque nadie me alzaba.

Era tan feo que cuando era chico, me acariciaban con una rama.

Era un niño tan feo, pero tan feo, que un día mi mamá me llevó de camping y en la noche, los coyotes prendieron fogatas para que no me acercara.

Era tan feo que cuando jugaba al escondite nadie me buscaba.

Nací tan feo que cuando era niño, por las noches, mi angelito de la guarda dormía en la habitación de al lado.

Yo siempre fui muy peludo. A mi madre siempre le preguntaban:

Señora, a su hijo ¿lo parió o lo tejió?

Mi padre llevaba en su billetera la foto del niño que venía cuando la compró.

Pronto me di cuenta que mis padres me odiaban, pues mis juguetes para la bañera eran un radio y un tostador eléctrico.

Una vez me perdí, y le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres; me contestó:

No lo sé. Hay un montón de lugares donde se pudieron haber escondido.

Era tan feo que me exhibían en una feria por teléfono.

Era tan feo que cuando me despertaba, el sol se escondía.

Era tan feo, que no podía dormir, porque cuando venía el sueño, lo espantaba.

Era tan feo, que me dolía la cara.

Era tan feo que los ratones me comieron el documento y dejaron la foto.

Cuando fui al zoológico los monos me tiraban galletas.

Mis padres tenían que atarme un trozo de carne al cuello para que el perro jugara conmigo.

Cuando me secuestraron, los secuestradores mandaron un dedo mío a mis padres para pedir recompensa. Mi madre les contestó que quería más pruebas.

Tuve que trabajar desde chico. Trabajé en una veterinaria y la gente no paraba de preguntarme cuánto costaba yo.

Un día llamó una chica a mi casa diciéndome:

Ven a mi casa que no hay nadie.

Cuando llegué no había nadie.

Era tan feo que el psiquiatra me hacía acostar boca abajo. Él me dijo un día que yo estaba loco. Yo le dije que quería escuchar una segunda opinión.

De acuerdo, además de loco es usted muy feo.

Una vez, cuando me iba a suicidar tirándome desde la terraza de un edificio de 50 pisos, mandaron a un cura a darme unas palabras de aliento. Sólo dijo:

En sus marcas, listos...

El último deseo de mi padre antes de morir era que me sentara en sus piernas. Lo habían condenado a la silla eléctrica...

Era tan feo, pero tan feo, que cuando mandé mi foto por e-mail, el antivirus la detectó.

Era tan feo que me miraban dos veces porque la primera no se lo creían.

Era tan feo que convertí a Medusa en piedra.

Encima, me echaban del tren fantasma porque asustaba demasiado.

Era tan feo que asustaba hasta a los ciegos.

Era tan feo que cuando me miraba en el espejo, el reflejo se hacía a un lado.

Era tan feo que hacía llorar a las cebollas.

Era tan feo que tiré un boomerang y éste no regresó nunca más.

Era tan feo que cuando iba al banco, apagaban las cámaras de seguridad.

Era tan feo que cuando fui a la casa de los espantos regresé con una solicitud de empleo.

Sí, yo era tan feo, tan feo, que una vez me atropelló un auto y quedé mejor. Y ahora soy, apenas feo.

Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.
Julio Cortázar
Todo pensamiento es una semilla. Si plantas semillas podridas, no cuentes con recoger manzanas deliciosas.
Bill Meyer
El pesimista ve dificultad en toda oportunidad. El optimista ve oportunidad en toda dificultad.
Winston Churchill

Los declaro marido y mujer. Pueden actualizar su estado en facebook.

Las mejores y más hermosas cosas del mundo no se pueden ver o incluso tocar. Deben ser sentidas con el corazón.
Helen Keller
No juzgues a una persona por sus respuestas, sino por sus preguntas.
Voltaire